lunes, 21 de febrero de 2011





DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE

Popular mamífero de mediano tamaño, pelo suave y corto, orejas largas y rabo corto, es una especie fundamentalmente crepuscular y nocturna  que constituye pieza clave en nuestra fauna y que hasta 1912 (J. W. Gridley) se incluía dentro de los roedores, por su similitud con los mismos, si bien a partir de esta fecha se incluyó taxonómicamente dentro del grupo de los lagomorfos, al ser evidentes las diferencias ente uno y otro orden: los roedores tienen un par de incisivos en la mandíbula superior que encajan perfectamente con el par correspondiente de la mandíbula inferior; mientras que los lagomorfos tienen más desarrollados los dientes de la mandíbula superior que no encajan  con los de la inferior (de aquí que se llame a este tipo de dientes tan característicos de la especie como “dientes de conejo”).

El conejo es una especie muy antigua, de modo que por los estudios fósiles se ha podido determinar que antes de la última glaciación abundaban en una amplia zona de Europa, que incluía a países como Francia, Bélgica, Alemania o la isla de Gran Bretaña. El posterior enfriamiento del continente los fue desplazando hasta el sur, quedando acantonados en la Península Ibérica y Norte de África, de donde volvió a extenderse hasta el norte. En el S. III los romanos los llevaron a Italia, pero en el S. XVI todavía no existían en Alemania, aunque sí han sido citados en algunos conventos, como animales de corral de las comunidades religiosas. En la antigüedad España tenía fama como país de conejos, hasta el punto de que se considera que el nombre de Hispania, de origen fenicio y del que procede la palabra España, deriva del nombre de este animal. Cátulo, llamaba a esta península “Cuniculosa Celtiberia” y en las monedas hispanorromanas de Adriano el conejo figuraba como uno de los símbolos de Iberia (W.G. Foster, 1972). Otra cita histórica curiosa nos viene de la mano de Estrabón, el que refiere la introducción de Hurones  en las islas Baleares, para combatir a los conejos que allí proliferaban, tras fracasar las mismas tropas romanas en su exterminio.   

El conejo es una de las llamadas especies claves o esenciales de la cadena trófica de la fauna ibérica, de modo que se ha estimado que en mayor o menor medida dependen de él unas cuarenta especies, por lo que se ha considerado a este animal como una especie básica en el conjunto de las especies que integran la fauna del bosque mediterráneo, lo que supone que su desaparición o disminución puede afectar directa o indirectamente a las especies que dependen de él como alimento, tales como el grupo de los carnívoros, sin excepción, aves como las medianas y grandes rapaces diurnas y nocturnas o a reptiles como la culebra bastarda o la de herradura o el lagarto ocelado, además del jabalí  y del erizo (Erinaceus europaeus). Aun cuando el caso más llamativo es el del lince (Lynx pardinus), cuya alimentación básica está integrada en un 70/90 % por conejos, de forma que se ha considerado que la causa que más ha influido en la disminución de los linces, hasta colocarlos al borde de la extinción terminal, ha sido la disminución de la población de conejos por las plagas sufridas por este animal, a las que haremos más detallada referencia más adelante (AMPLIAR INFORMACIÓN SOBRE LA INCIDENCIA DE LA DISMINUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE CONEJOS EN EL LINCE).
          
Una de las características más importantes del conejo, es la de su extraordinaria fecundidad y capacidad para reproducirse. De modo que se ha calculado que la descendencia de una sola pareja, que no tenga interferencias negativas para su desarrollo, puede alcanzar la increíble cifra de 1.848 individuos (W. G. Foster, 1972). Clásica en la literatura científica es la cita de un granjero australiano que tuvo la fatal ocurrencia de introducir en Australia tres parejas. A los tres años de su introducción y debido a que el conejo no tenía en ese continente depredadores naturales, los descendientes de aquellos conejos eran ya 14.000.000 de individuos. Desde entonces su población fue en aumento y aun cuando se idearon todo tipo de métodos para combatirlo, incluida la introducción de zorros pero éstos, lejos de solventar el problema crearon una nueva problemática ecológica, al desentenderse de los ágiles y escurridizos conejos y por el contrario afanarse en otras especies más incautas como ocurrió con los marsupiales, que no estaban habituados a la presencia de depredadores, por lo que el efecto aún fue más nocivo y dañino. En estos momentos la población australiana de conejos se estima en unos 300 millones, con graves incidencias en el resto del ecosistema. Donde sí ha tenido la población de conejos una importante reducción ha sido en el viejo continente, siendo en el año 1952 cuando un  medicó  francés, el tristemente famoso Doctor Armand  Delille, inoculó el virus de la mixomatosis a unos conejos que al parecer producían daños en sus viñedos, transmitiéndose el virus de unos ejemplares a otros por los mosquitos y las pulgas de los propios animales. La enfermedad que se creo es de tal virulencia que se extendió rápidamente por toda Europa, detectándose su presencia en el norte de España en el año 1953 y en el sur en el año 1959. Tal fue la mortalidad que ocasionó la mixomatosis que en algunas comarcas murieron entre el 95 y el 100 por ciento de la población de conejos (M. Delibes de Castro, 2001


                                                    ANIMALES    HERVIVOROS


Cuando hablamos de animales herbívoros nos referimos a aquellos animales que solo comen plantas. Que solo comen plantas no por voluntad como puede ser un ser humano, (que en ese caso es vegetariano) sino que sus sistemas digestivos están constituidos de forma tal que puedan digerir estrictamente los tejidos vegetales.
Los animales que son herbívoros no puede masticar o digerir la carne. Sin embargo, algunos animales herbívoros comen huevos y ocasionalmente otras proteínas animales. Se caracterízan por tener amplios dientes planos.
Algunos herbívoros pueden ser clasificados como frugívoros(que comen principalmente frutas), folivoros(que se alimentan principalmente de hojas) o “de pastoreo”(que comen hierba).
Muchos animales que se alimentan principalmente de frutos y hojas también se comen a veces otras partes de plantas, por ejemplo, raíces y semillas.
Muchos animales herbívoros suelen cambiar su dieta según las épocas del año, van variando de acuerdo a las estaciones, aprovechando así los vegetales que predominen en cada época del año.
En lo que a evolución se refiere es mas “fácil” ser un animal herbívoro que un animal carnívoro ya que los animales carnívoros no solo deben encontrar su alimento sino que deben cazarlo, mientras que los animales herbívoros solo deben encontrarlo(aunque es verdad que ciertas plantas tienen sus mecanismos de defensa, como veneno, espinas, etc). Es por eso que existen muchos mas animales herbívoros que carnívoros.
Algunos ejemplos de animales herbívoros son: Cabra, caballo, vaca, zebra, rinocerontes, ñu, mono, ovinos, iguana, conejo, panda, koala, camello, etc.